A través de la historia, las ranas han sido un símbolo
benévolo y servicial al hombre, como Heket, la diosa-rana de Egipto, esposa de
Khum, quien creo a los hombres y mujeres a partir del barro, e infundió de vida
y espíritu a las creaciones de Khum. Otro ejemplo lo podemos encontrar en las
antiguas civilizaciones mesoamericanas como la azteca o la maya, quienes la
consideraban un animal de buena suerte, o en algunos países andinos en los que
es el símbolo de la fertilidad por excelencia.
En China se cree que los CHING-WA SHEN o espíritus de rana
disfrutan contemplando la prosperidad de los hombres. De hecho, se tiene la
creencia de que las ranas son transmutadoras de energía, sin importar el lugar
de donde provengan ni el tamaño que tengan, ya que lo más importante es saber
emplear sus cualidades mágicas para nuestro beneficio y tener fe.
Para conocer las cualidades de una rana se deben tomar en
cuenta diferentes aspectos, tales como el color, la preparación, el lugar en
donde se debe colocar y para que la tendremos, ya que este símbolo nos puede ayudar
a mejorar nuestra vida, en los ámbitos laboral, económico y sentimental.
Como todos los objetos mágicos, es muy importante que al
adquirir una rana esta se cure y consagre antes de colocarla en el lugar que le
tenemos destinado. Además, el dueño de la rana debe procurar que nadie la
toque, porque perderá sus poderes mágicos y de nuevo se tendría que consagrar.
Existen ranas para la abundancia, protección, salud, entre
muchas otras, y se pueden encontrar en diversos materiales como metal,
plástico, cerámica o veladoras. Además, es común encontrar ranas chinas de tres
patas, ya que estas forman un triángulo que simboliza la energía del Universo;
pueden ser en dos colores, verde o dorado; la primera se utiliza en los
negocios y la segunda para atraer el dinero. De preferencia, debe tener una
moneda en el hocico para simbolizar que todo el dinero que se vaya regrese.
Es
muy importante colocarla en un lugar alto procurando que una de sus patas
traseras se dirija a la puerta de entrada principal, ya que por ahí entra todo
lo positivo y si la ponemos al revés, rechazaremos todo el dinero.
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