¡Corazón
inmaculado de María!
Que, a
cambio de tu amor para con nosotros, recibes tantos ofensas:
Yo te
ofrezco y consagro perpetuamente todo mi ser, para corresponder de la mejor
manera, a tu ternura maternal, para reparar las injurias de que eres objeto de
parte de tantos hijos ingratos, y para vivir por mi parte la consagración del
mundo entero, tan deseado por tu Corazón, y llevada a cabo por el Sumo
Pontífice.
Dígnate
aceptar este humilde, pero sincero ofrecimiento.
Mi alma, mi
cuerpo, mi vida son tuyos; y pues enteramente te pertenezco, aguárdame y
defiéndeme como cosa enteramente tuya.
Amén.
Si te
ha gustado esta ORACION, siéntete LIBRE de hacer clik en ME GUSTA y de
compartirlo en FACEBOOK, TWITTER, CORREO ELECTRÓNICO y demás redes
sociales.

No hay comentarios:
Publicar un comentario