Todos los días se hace, en primer
lugar, la señal de la Cruz y, a continuación, el Acto de contrición:
Por la señal
de la Santa Cruz
de nuestros enemigos
líbranos Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre
y del Hijo
y del Espíritu Santo.
Amén.
Señor mío Jesucristo,
Dios y hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío.
Por ser Tú quién eres, Bondad
infinita,
y porque te amo sobre todas las
cosas,
me pesa de todo corazón haberte
ofendido.
También me pesa que puedas
castigarme
con las penas del infierno.
Ayudado de tu divina gracia
propongo firmemente nunca más
pecar,
confesarme y cumplir la
penitencia que me fuere impuesta.
Amén.
Día primero
La Madre Maravillas comprendió el
amor inmenso que nos ha tenido el Corazón de Jesús al quedarse con nosotros en
el Santísimo Sacramento:
"El Señor se ha quedado aquí
en el Sagrario para que le amemos, le imitemos, para ser nuestra fortaleza y
nuestro consuelo. Para que viva Cristo en mí y yo en Él".
Corazón de Jesús, Rey y centro de
todos los corazones, ten piedad de nosotros y concédenos, por intercesión de
Santa Maravillas de Jesús, la gracia que humildemente te pedimos, si es tu
voluntad y para tu gloria.
Día segundo
La Madre Maravillas aprendió en
el Corazón de Jesús a amar a la Santísima Virgen María:
"¡Qué dicha es tener a María
por Madre! No pierda tan dulce compañía, que con Ella está siempre Jesús. Ella
lo comprende todo, atiende a todo, lo suaviza todo".
Corazón de Jesús, formado por el
Espíritu Santo en el seno de la Santísima Virgen, ten piedad de nosotros y
concédenos, por intercesión de Santa Maravillas de Jesús, la gracia que
humildemente te pedimos, si es tu voluntad y para tu gloria.
Día tercero
La Madre Maravillas aprendió en
el Corazón de Jesús a confiar enteramente en su misericordia:
"Bendito sea el Señor, que
no tiene en cuenta nuestras miserias para obrar conforme a su infinita
misericordia".
Corazón de Jesús, paciente y
misericordiosísimo, ten piedad de nosotros y concédenos, por intercesión de
Santa Maravillas de Jesús, la gracia que humildemente te pedimos, si es tu
voluntad y para tu gloria.
Día cuarto
La Madre Maravillas halló en el
Corazón de Jesús el consuelo a todos los sufrimientos:
"Realmente, las penas sin la
fe deben de ser imposibles de sufrir, pero con ella todo cambia, por doloroso
que sea, viendo que Quien lo permite es Quien nos ama infinitamente".
Corazón de Jesús, fuente de todo
consuelo, ten piedad de nosotros y concédenos, por intercesión de Santa
Maravillas de Jesús, la gracia que humildemente te pedimos, si es tu voluntad y
para tu gloria.
Día quinto
La Madre Maravillas aprendió en
el Corazón de Jesús la perfecta obediencia a la voluntad del Padre:
"El Señor me pedía que me
abandonase del todo, que lo aceptase todo..., sin querer entender, saber ni
ver, apoyada confiadamente en la obediencia".
Corazón de Jesús, hecho obediente
hasta la muerte, ten piedad de nosotros y concédenos, por intercesión de Santa
Maravillas de Jesús, la gracia que humildemente te pedimos, si es tu voluntad y
para tu gloria.
Día sexto
La Madre Maravillas aprendió en
el Corazón de Jesús el verdadero amor al prójimo:
"Me pareció entender que
quería el Señor fuese muy delicada en la caridad y me consagrase toda a ella.
¡Qué verdad es que la caridad une los corazones!".
Corazón de Jesús, rico para con
todos los que te invocan, ten piedad de nosotros y concédenos, por intercesión
de Santa Maravillas de Jesús, la gracia que humildemente te pedimos, si es tu
voluntad y para tu gloria.
Día séptimo
La Madre Maravillas aprendió en el
Corazón de Jesús la perseverancia en la oración:
"El Señor es el único que
puede tocar los corazones, y la oración nunca deja de ser escuchada".
Corazón de Jesús, delicia de
todos los santos, ten piedad de nosotros y concédenos, por intercesión de Santa
Maravillas de Jesús, la gracia que humildemente te pedimos, si es tu voluntad y
para tu gloria.
Día octavo
La Madre Maravillas aprendió en
el Corazón de Jesús la verdadera alegría cristiana:
"¡Qué felices somos,
queriendo de verdad lo que Él quiere, y no ocupándonos más que de amarle y de
decirle a todo que sí!".
Corazón de Jesús, delicia de
todos los santos, ten piedad de nosotros y concédenos, por intercesión de Santa
Maravillas de Jesús, la gracia que humildemente te pedimos, si es tu voluntad y
para tu gloria.
Día noveno
La Madre Maravillas aprendió en
el Corazón de Jesús a amar intensamente la cruz:

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