Santo Niño
del Remedio,
dulce
emblema de ternura,
encanto del
alma mía,
mi amor, mi
bien, mi ventura.
Remedia
todos mis males,
atiende mis
peticiones,
consuela
todas mis penas
y escucha
mis oraciones.
En tanto
que, reverente,
Niño Divino
y Glorioso,
te digo con
alma y vida:
Salúdote Niño hermoso.
Amén

No hay comentarios:
Publicar un comentario