Suenan
gloriosas tus palabras,
dan
eficacia a tu protección y patrocinio;
que ninguno
que ha acudido
con
confianza a tu amparo,
ha quedado
sin que experimente
el feliz
logro de sus peticiones; ...
Santo mío,
con
confianza recurro a tus poder;
y te pido
una ardiente y fina caridad
para con
Dios,
y una
fervorosa devoción a ti mismo,
para que
imitando tus excelentes virtudes,
merezca tu
intercesión y amparo,
y consiga
la perfección que me eleve
a las
moradas eternas de la gloria,
para dar en
tu compañía repetidas gracias
a la
Augustísima Trinidad por los dones
con que
liberalmente han enriquecido
tu
celestial espíritu.
(Se hacen
las peticiones de sanación,
diciendo el
nombre de los enfermos
y las
enfermedades que padecen)
Amén.
Se rezan
tres Padre Nuestro
y tres Ave
Marías con gloria,
en
reverencia de los atributos,
Médico
Anacoreta y Mártir,
que Dios
nuestro Señor concedió a San Cirio
y se
termina con una salve
a Nuestra
Señora la Virgen María.

No hay comentarios:
Publicar un comentario