¡Santo
Apóstol San Judas, fiel siervo y amigo de Jesús!,
la Iglesia
te honra e invoca universalmente,
como el
patrón de los casos difíciles y desesperados.
Ruega por
mí,
estoy solo
y sin ayuda.
Te imploro
hagas uso del
privilegio
especial que se te ha concedido,
de socorrer
pronto y visiblemente cuando casi se ha perdido toda esperanza. Ven en mi ayuda
en esta gran necesidad,
para que
pueda recibir consuelo y socorro del cielo en todas mis necesidades,
tribulaciones y sufrimientos,
particularmente...
(haga aquí
su petición),
y para que
pueda alabar a Dios contigo y con todos los elegidos por siempre.
Te doy las
gracias glorioso San Judas,
y prometo
nunca olvidarme de este gran favor,
honrarte
siempre como mi patrono especial y poderoso y,
con
agradecimiento hacer todo lo que pueda para fomentar tu devoción.
Amén.

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